Uno de los caminos de la creación literaria son las
adaptaciones y la reescritura de cuentos. Ejemplos de ello en la historia de la
literatura son los hermanos alemanes Jacob y Wil Helm Grimm o el escritor
francés Charles Perrault, quienes retomaron relatos de la tradición oral para
escribir sus propios cuentos. En sus obras modificaron algunos aspectos,
completaron piezas o desarrollaron variantes a partir de la historia original
con resultados creativos, que aún en nuestros días podemos disfrutar; incluso
entre estos escritores existen variantes de un mismo cuento.
En la estructura de un cuento hay que considerar tres partes
básicas:
Planteamiento. Se
ubica al lector en un momento o en un lugar concreto; se presenta el personaje
principal ya sea con una descripción o con la narración del suceso inicial.
Desarrollo. En
esta parte se desarrolla el conflicto, la acción principal. Es la presentación
del problema del personaje, qué dificultades tiene y como las resuelve. En el
nudo o cuerpo de la narración se producirá la mayoría de las acciones. El
conflicto puede llegar a un climax, o sea, al momento de máxima tensión y mayor
interés.
Desenlace. En los
cuentos es muy habitual que ocurra un desenlace feliz (transformación del
personaje o resolución del problema), o bien un desenlace ejemplar. Puede ser
explicito, si al lector no le queda ninguna duda en cuanto a la conclusión de
la historia (final cerrado); o sugerido, cuando los posibles desenlaces se
dejan a la imaginación (final abierto).
El cuento está construido a base de una serie de acciones,
diálogos y descripciones, así que debemos ser muy cuidadosos al ir combinando
cada uno cada uno de estos elementos, y relacionarlos de tal manera que se
vayan integrando de forma natural en nuestro texto; se trata de que estén donde
deben estar y con el número justo de palabras. Por ejemplo, en el caso de la descripción, hay que trazar solamente
los rasgos característicos de una persona, un lugar o un paisaje, sin acumular
demasiados datos (pero tampoco nos deben faltar). Las secuencias de la acción se presentan por medio del recurso de la
narración; estas secuencias, o relación de sucesos reales o imaginarios, son
contadas por el narrador. El Diálogo es
el intercambio de mensajes entre dos o más personajes; presenta directa y
fielmente un enunciado producido por un personaje, dejando de lado al narrador;
debe ser vivo, natural y acorde con la personalidad del que lo emite, ya que
eso lo hará creíble.
Actividad:
Lectura de un cuento de su preferencia, desarrollarán los
aspectos esenciales del cuento analizando cada una de sus partes organizando las notas en mapas
mentales.
Ejemplo:
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