viernes, 21 de octubre de 2016

ESCRIBIENDO DESDE EL MOVIMIENTO

II. LA DANZA COMO METÁFORA DEL CUERPO POÉTICO.

La danza es escritura y ésta no hace más que escribir metáforas.

Hablar de metáfora nos implica un proceso de pensamiento y cuerpo como uno mismo. Toda nuestra propuesta anterior apunta a saber sobre el cuerpo o entender el cuerpo de manera no disociada entre pensamiento y la estructura física, estos son un devenir constante de la realidad de las personas en donde no hay cabida a tener muchas partes del cuerpo, el cuerpo es todo, mi cuerpo soy yo.
Ahora bien, ¿por qué decimos que la danza es la metáfora del cuerpo poético?

Un cuerpo poético no se descubre en el mundo por coincidencia de las circunstancias en las cuales se ha contagiado de la danza. Un cuerpo poético se descubre porque sus vivencias quieren quedar escritas.

Cuando la danza contagia a un cuerpo, esta está siendo escrita desde otras vivencias, otros cuerpos están haciendo metáforas y estás son el contacto que te lleva a padecerla. Una vez que llega a ti no hay manera de ignorarla y surge el proceso de descubrimiento de un cuerpo accionante que vive una vida danzada que se presenta a otros cuerpos, ese es un logro de metáfora.


La danza como metáfora apunta a esa escritura de nuestro cuerpo poético como ser en el mundo, entendiendo que nuestro ser en el mundo ya está siendo en la danza porque mientras escribe se descubre y mientras es leído acciona. Eso sería un alcance de hacer metáfora.

Itzia Erideni Suárez Mejía


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