LA NOVELA Y EL GUIÓN DE CINE
La novela ha
sido y sigue siendo, una frecuente fuente de inspiración para el cine. Cientos
de obras conocidas se han llevado a la pantalla. Desde los cuentos infantiles
como «Blancanieves y los siete enanitos», hasta novelas como «El Quijote»,
«Oliver Twist», «La Colmena», y muchas más. Casi todos los personajes populares
de la literatura han pasado a las imágenes.
Los principales problemas para convertir
una novela en guión de cine son la extensión y la complejidad psicológica de
los personajes y de las situaciones. Para trasladar sin distorsionar, o para
llevar al cine con dignidad, una novela larga como «Los Hermanos Karamazov»
serían necesarias muchas horas de película. Para evitar ese problema, un buen
guionista debe seleccionar la acción principal de la novela y procurar contarla
en no mucho más de cien páginas. Esa es la medida aproximada de una película
que dura hora y media. La novela antes citada se ha llevado al cine en varias
ocasiones y nunca se ha podido entrar con profundidad en sus personajes.
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