El ensayo literario es un tipo de ensayo caracterizado por una redacción subjetiva. El escritor
concede mucha importancia al estilo con el que redacta su obra. Por ende, se
destaca por poseer un matiz estilístico o poético.
El
ensayo literario y el ensayo como género literario
Algunos autores hablarán del ensayo como
género literario. En este artículo se utiliza dicha expresión para hacer
referencia a un tipo específico de ensayo, y no a un género de redacción.
El
ensayo literario ¿Es realmente un tipo de ensayo?
Cabe recordar que el ensayo es un género esencialmente libre. No puede hablarse de un tipo cerrado de ensayo literario. Todo ensayo puede también contener una redacción más científica y al mismo tiempo literaria… Todo está en manos del escritor.
Algunos teóricos afirman que el ensayo literario concede gran
importancia al estilo en que está redactado. Por ende, en el ensayo científico
o argumentativo se centra más en la construcción de sus fundamentos, en la
documentación que proporciona para fundar sus argumentos.
En cambio, en el ensayo literario, el escritor no se preocupa enteramente de exponer una idea con la intención de convencer al lector de su posición. Puede que sí lo haga, puede que no.
Algunos ensayos de Octavio Paz, Esteban Echeverría o José Ingenieros se caracterizan por presentar una redacción con un gran cuidado en el estilo, en el manejo de recursos retóricos como la metáfora, y otros.
En cambio, un ensayo de Stephen Hawking está más lejos de ser catalogado como un ensayo literario, en razón, por un lado, del tema que dicho autor desarrolla y por supuesto, por el estilo que ha utilizado para redactarlo.
Ejemplos
de ensayos literarios
El
hombre mediocre, de José Ingenieros
La Rutina es un esqueleto fósil cuyas
piezas resisten a la carcoma de los siglos. No es hija de la experiencia; es su
caricatura. La una es fecunda y engendra verdades; estéril la otra y las mata.
En su órbita giran los espíritus mediocres. Evitan salir de ella y cruzar
espacios nuevos; repiten que es preferible lo malo conocido a lo bueno por
conocer. Ocupados en disfrutar lo existente, cobran horror a toda innovación
que turbe su tranquilidad y les procure desasosiegos. Las ciencias, el heroísmo,
las originalidades, los inventos, la virtud misma, paréceles instrumentos del
mal, en cuanto desarticulan los resortes de sus errores: como en los salvajes,
en los niños y en las clases incultas. Acostumbrados a copiar escrupulosamente
los prejuicios del medio en que viven, aceptan sin contralor las ideas
destiladas en el laboratorio social: como esos enfermos de estómago inservible
que se alimentan con substancias ya digeridas en lo frascos de las farmacias.
Su impotencia para asimilar ideas nuevas los constriñe a frecuentar las
antiguas.
Apología del matambre, de Esteban Echeverría
Un extranjero que ignorando absolutamente el castellano oyese por primera vez pronunciar, con el énfasis que inspira el nombre, a un gaucho que va ayuno y de camino, la palabra matambre, diría para sí muy satisfecho de haber acertado: éste será el nombre de alguna persona ilustre, o cuando menos el de algún rico hacendado. Otro que presumiese saberlo, pero no atinase con la exacta significación que unidos tienen los vocablos mata y hambre, al oírlos salir rotundos de un gaznate hambriento, creería sin duda que tan sonoro y expresivo nombre era de algún ladrón o asesino famoso. Pero nosotros, acostumbrados desde niños a verlo andar de boca en boca, a chuparlo cuando de teta, a saborearlo cuando más grandes, a desmenuzarlo y tragarlo cuando adultos, sabemos quién es, cuáles son sus nutritivas virtudes y el brillante papel que en nuestras mesas representa.
El arco y la lira, de Octavio Paz
La poesía es conocimiento, salvación, poder, abandono. Operación capaz de cambiar al mundo, la actividad poética es revolucionaria por naturaleza; ejercicio espiritual, es un método de liberación interior. La poesía revela este mundo; crea otro. Pan de los elegidos; alimento maldito. Aísla; une. Invitación al viaje; regreso a la tierra natal. Inspiración, respiración, ejercicio muscular. Plegaria al vacío, diálogo con la ausencia: el tedio, la angustia y la desesperación la alimentan. Oración, letanía, epifanía, presencia. Exorcismo, conjuro, magia. Sublimación, compensación, condensación del inconsciente. Expresión histórica de razas, naciones, clases.
ACTIVIDAD:
Elaborar
un ensayo de una cuartilla máximo de cualquier obra literaria de autores latinoamericanos
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